Foto: Daniel Báez / El Impulso |
Armando Becker esperaba que los jugadores de Generales de Lara tuvieran más paciencia después de dos meses sin cobrar. El ex jugador aseguró que también pasó por esa situación en numerosas ocasiones durante 22 años de carrera, pero “siempre me mantuve”, según declaró días atrás.
La
nómina crepuscular no tuvo la paciencia de más de dos décadas de Becker. Ni
siquiera llegó a un semestre, pero no se puede reprochar la decisión que
tomaron de divulgar una realidad que, se supone, no debe pasar de las oficinas
de los equipos.
¿Por
qué hacerse la vista gorda ante la falta de pago? Los jugadores (encabezados
por Yorbi Umbría) no tenían la necesidad
de hacer silencio si desde el primer salto entre dos de la Liga Nacional no
recibían ni un centavo. Precisamente por la pasividad de otros basqueteros en
el pasado es que no se han tomados los correctivos para evitar injusticias.
Otra
frase que rescatamos de Becker es la siguiente: “La idea de la Asociación la
estoy escuchando desde que metía puntos”. Tomando en cuenta que su debut en el
profesional fue en 1984, son más de veinte años en que las iniciativas para
agremiarse se han quedado solo en intentos. No obstante, el paso que dieron los
atletas de Generales puede ser tomado como uno de los más importantes. A través
de la redes sociales, jugadores establecidos económicamente (gracias a la
disciplina) como Greivis Vásquez y Héctor “Pepito” Romero han apoyado la
propuesta. Es decir, con un poco de organización, podría concretarse.
Por
otra parte, el presidente de Fevebaloncesto, Carmelo Cortez certificó que entre
los estatutos de su despacho está la inclusión del deportista en diversos
departamentos. Sin embargo, ¿Cómo puede cumplirse esa representación si no
están asociados? Sencillamente queda solo en el papel. Es así como sus derechos
quedan expuestos.
Vale
mencionar que los dueños de equipos no son los únicos que deben sincerarse. Los
jugadores también. El sistema que prevalece actualmente ofrece contratos por
sumas exageradas a algunos y a otros los beneficia con el cobro en moneda
extranjera. La unificación de criterios equilibrará la balanza para ambos
sectores.
Umbría
destacó que entre sus colegas hay miedo por temor a represalias cuando ventilan
este tipo de casos. El temor se debe, principalmente, a perder el empleo. “Hay
un hipótesis en la que se hablan entre los dueños para vetar al jugador. Así le
pasó a Tomjin Colina cuando tuvo una iniciativa similar”, recordó. El alero se
jugó una carta que le podría costar su carrera, pero dependerá de sus
compañeros si valió (o no) la pena jugársela.
Columna En La Zona publicada en el diario Meridiano el 25/110/2012
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