Foto: AVS Photo Report |
La
adaptación al clima tropical no ha resultado complicada para Gustavo Aranzana.
El español confiesa que tampoco presenta mayores problemas con las costumbres
del jugador venezolano. “Con buena voluntad nos hemos ido adaptando. Como
todos, tienen cosas buenas y otras no tan buenas”, dijo.
Solo hay un aspecto que contraría al entrenador de Guaiqueríes de Margarita: la dinámica de la Liga Profesional de Baloncesto. “Es una competición que no te deja mucho espacio para entrenar o preparar los juegos, es continua”, confesó el ibérico.
Días
atrás, el coach de Cocodrilos de Caracas, Néstor Salazar, se quejó de la
confección del calendario, en especial de las series de fines de semana, ya que
los domingos suelen disputar el segundo careo con menos de 24 horas de
descanso. “Tiende a bajar el rendimiento”, confesó.
El
oriundo de Valladolid coincide con Salazar. “Hay cosas que para mí son
complicadas. Por ejemplo, jugar martes y miércoles para luego disputar una
serie de sábado por la noche y domingo a primeras horas de la tarde. Me
gustaría tener más tiempo. He hablado con compañeros y también lo dicen;
entonces es quizás algo para mejorar”.
Es
la primera vez que Aranzana sale de España para dirigir a un elenco
profesional. Previamente se desempeñó como dirigente en la primera y segunda
división de ese país.
Allá
el sistema es distinto, la ACB pauta apenas un juego semanal y si el elenco
está en una competición europea enfrenta, como máximo, dos encuentros
semanales. El itinerario se extiende hasta siete meses, sin contar la
postemporada.
Por
ello el coach, de 56 años de edad, lidia con un esquema totalmente diferente. “Hay que adaptarse
también a los juegos de cancha abierta,
partidos de ida y vuelta”, agregó.
La
defensa como prioridad. La Tribu es el tercer mejor equipo en el renglón de
puntos permitidos con 78.0 por jornada, detrás de Cocodrilos (76.2) y Gigantes
de Guayana (77.9). Aranzana admite que ha logrado convencer a sus pupilos para
que se fajen en la marcación.
“No
hay otra. Ellos mismos se han dado cuenta que al defender crecemos y ganamos.
Aquí hay déficit en el juego sin balón; pero a ningún jugador le gusta
defender, no solo al venezolano. Cuando un basquetero sale al tabloncillo,
lanza un balón. No he visto al primero que salga a hacer pasos defensivos.
Siempre hay miedo cuando se afronta algo nuevo, ellos no estaban acostumbrados
a hacerlo, pero vamos por buen camino”, expuso el otrora entrenador de la
selección española sub-22.
Aranzana,
quien fue candidato para liderar a la Vinotinto en el Premundial de Caracas
2013, dice estar contento con la capacidad de aprendizaje de los integrantes de
Guaiqueríes; pero “nos ha costado la solidaridad, poner el talento a
disposición del equipo. Nos cuestan mucho las rotaciones, entonces preguntan
por qué no salieron de titulares. No le doy importancia. Al final es más
importante quién acaba el juego”, concluyó.
Publicado en el diario Meridiano el jueves 3/4/2014
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