La fiebre de Néstor Colmenares

Foto: David Urdaneta

El día de Néstor Colmenares empieza a las seis de la mañana. En ese momento se dirige a la montaña El Ávila para empezar su acondicionamiento físico. Luego se dirige a El Paraíso, donde practica con Cocodrilos de Caracas, equipo que desde hace dos años le dio la oportunidad de convertirse en profesional.

El caraqueño relata que su preparación física no termina allí. Tras finalizar la sesión de baloncesto en el Cocodrilos Sport Park, va directo al gimnasio para fortalecer su anatomía. Como si fuera poco, no descarta participar en un partido callejero en horas de la tarde. “Soy ‘fiebrúo’, por eso juego en cualquier lado una ‘caimanera’. A mí me pagan por jugar, pero esto es lo que me gusta”, confiesa el alero fuerte.

El caraqueño relata que su preparación física no termina allí. Tras finalizar la sesión de baloncesto en el Cocodrilos Sport Park, va directo al gimnasio para fortalecer su anatomía. Como si fuera poco, no descarta participar en un partido callejero en horas de la tarde. “Soy ‘fiebrúo’, por eso juego en cualquier lado una ‘caimanera’. A mí me pagan por jugar, pero esto es lo que me gusta”, confiesa el alero fuerte.

Su fiebre por la disciplina, aunado a la falta de contrato en el exterior, lo llevó a reportarse desde el primer día a la pretemporada de los saurios. Es el jugador con más jerarquía entre los jóvenes que practican en la Cota 905, pero entrena como uno más. “Me estoy preparando para hacer una buena campaña. He trabajado mucho en la media distancia y tiro libre”, detalló el egresado de la universidad de Campbellsville, casa de estudios que participa en la NAIA (Asociación Nacional Atlética Intercolegial) de Estados Unidos.

Colmenares afrontará su tercera contienda en la LPB y reveló que los rivales ya lo conocen. “Los jugadores ven muchos videos. Tengo que lanzar de media distancia para que se haga más fácil. Pero también soy atlético y puedo atacar el aro. Desde la línea de libres debo lanzar, como mínimo, para un setenta y cinco por ciento de efectividad. El ajuste también es mental”,  puntualizó.

El mejor Sexto Hombre de la última contienda aseguró que si mejora ese par de aspectos puede redondear un gran año. “También hay que trabajar mucho el físico porque esta temporada será larga (cincuenta y cuatro juego de ronda regular)”, dijo.

Por su parte, el alero comentó que tuvo ofertas de México, pero prefirió quedarse con Centauros de Apure en la Liga Nacional. La decisión pudo no ser la más acertada ya que dejó de participar el último mes por inconvenientes de pago. 

Los que faltan por presentarse

Cocodrilos empezó su pretemporada el pasado lunes, pero todavía faltan jugadores por reportarse. En el caso de Jesús Centeno y Windi Graterol entrenarían la próxima semana ya que ambos presentan molestias físicas; mientras que Kenji Urdaneta participa en la final de la Liga Nacional con Bravos de Portuguesa. En  esa instancia decisiva también está el núcleo del cuerpo técnico como lo es Néstor Salazar, José Dos Santos y Nelson “Kako” Solórzano. 

La situación de Carl Elliott

Los importados de Cocodrilos tienen como fecha de llegada el próximo 10 de enero, según informó el gerente general de los capitalinos, Rostin González. Sin embargo, solo Tomas Nagys, anunciado el pasado mes de septiembre, está confirmado.

González dio a conocer que Carl Elliott continúa en los planes, pero que una oferta del continente asiático podría cancelar su llegada a Venezuela. De cualquier manera, si no se concreta la propuesta de trabajo, el piloto se ausentaría a principios de año ya que su actual equipo en México, Soles de Mexicali, es favorito al título. El circuito azteca disputará su final desde el 18 de febrero y el inicio de la LPB está pautado para el 25 de enero.

Ante la situación de Elliott, la gerencia capitalina busca alternativas. Se  pudo conocer que están tras los servicios del alero Ryan Forehan-Kelly, quien tuvo experiencia el circuito criollo con Toros de Aragua. Igualmente gestionan al escolta-alero Carl Edwards, exjugador de Trotamundos de Carabobo.

Kentrell Gransberry, compañero de Elliott en Mexicali, igualmente está en la bitácora de Cocodrilos, pero la incorporación dependerá de su disponibilidad ya que tiene ofertas de otros países. El pívot participó en la zafra pasada con los reptiles mientras esperaban por la llegada de Jack Martínez, hoy ficha de Guaros de Lara.