Foto: César Suárez |
Jorge
Hernández encabeza a las nuevas caras de la Liga Profesional de Baloncesto. El
empresario apostó por el básquet en 2012, al unirse con el expelotero Luis Sojo
en la compra de Guaros de Lara. Simultáneamente, el jardinero Bob Abreu
oficializó la compra de Panteras de Miranda y el otrora lanzador Carlos Silva
hizo lo mismo con Marinos de Anzoátegui.
Pese
a tener solo dos años en la Liga, Hernández escaló rápidamente en la estructura
del circuito. Cuando Rufo Jhon tomó la presidencia el pasado calendario, él fue
designado vicepresidente. Después del fallecimiento del dirigente, lo
ratificaron en el cargo y nombraron a Freddy Díaz como mandamás. Sin embargo,
los propietarios lo ascendieron a líder de la junta directiva, ya que los
dueños de Panteras, Trotamundos de Carabobo,
y Toros de Aragua no estuvieron de acuerdo con la elección de Díaz. “Es
un proceso de transición”, dijo en aquella oportunidad.
Pero
su mandato no fue momentáneo, ya que en la asamblea anual, celebrada en agosto,
fue ratificado en el cargo. De esta manera, asumirá la temporada 2014 a tiempo
completo. A continuación, conversa sobre su principal objetivo en la Liga, las
modificaciones realizadas para esta contienda, y su opinión sobre el conflicto
de intereses que podría representar ser líder del circuito y también dueño de
un conjunto.
-¿Cuál es su principal reto
como presidente de la Liga Profesional de Baloncesto?
-
Sanear la Liga de todas las cosas negativas que pasan en los gimnasios. Es un
sentir de todos los dueños de equipos. Queremos que se juegue con tranquilidad,
paz y armonía. Sin violencia. Ese es mi mayor reto, que desde el primer juego
hasta el último no haya problemas de alteración al orden público.
-¿Qué beneficios le traerá
al circuito la figura del refuerzo?
-
Como toda novedad hay incógnitas sobre si va a funcionar o no. Fui una de las
personas que votó a favor. Eso va remozar la Liga. Un equipo se verá obligado a
colocarle un extra en los juegos finales para escoger mejor. Esperamos que nos
dé resultados.
-¿Cuál es su opinión sobre
la nueva medida de dos importados en la cancha y uno en la banca?
- Voy
a ser honesto, no creo que la LPB desarrolle jugadores. En la final del beisbol
entre Navegantes del Magallanes y Caribes de Anzoátegui, el grandeliga Pablo
Sandoval fue tercera base. No me pueden decir que a él le negarían el chance de
jugar para colocar a un novato. Es el mismo caso del básquet, aquí todos son
profesionales y van por un campeonato. Además, los dueños hacen inversiones
importantes. Ahora no me pueden decir que debemos desarrollar jugadores, nunca
he creído en eso. Tenemos instancias inferiores donde podemos ayudar a
Fevebaloncesto. Para mí, siempre deben estar tres importados en la cancha. Sin
embargo, es una resolución de la Federación y la acatamos.
-¿Podría haber conflicto de
intereses al ser presidente de Liga y dueño de Guaros de Lara?
-
Hay que ser profesional. Mis intereses siempre van a estar con Guaros, pero
cuando se trata de la Liga trato de quitarme el casete. Además, todas las
decisiones que se toman son a través del voto. Puedo llevar una idea a la mesa,
la expongo y defiendo, pero se decide por votación. Aquí no hay nada al azar o
imperativo. Un ejemplo es el caso del refuerzo, hubo dos equipos que votaron en
contra, otro que no, y el resto sí estuvieron de acuerdo. No fue un empeño mío.
Así va a ser siempre.
-¿Cómo está la relación con
la Federación Venezolana de Baloncesto?
- Es
un ir y venir. Carmelo Cortez (presidente) tiene una personalidad muy peculiar.
Sabe mucho de baloncesto y ha dirigido los destinos de la disciplina por muchos
años. Son buenas las relaciones. Siempre discutimos en algún punto en
específico, pero al final conseguimos la solución. No es una pared, él escucha
también y entiende. Pienso que nunca han estado mejor las relaciones con la
Federación como en este momento.
Publicado en el diario Meridiano el domingo 2/2/2014
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